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Poesía y Humanidades

7 poemas de SOLEDAD REYES (Perú) | PR1MERA LÍNEA: Catálogo Curado de Poesía Internacional

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7 poemas de SOLEDAD REYES. #Poesía Cubana
PR1MERA LÍNEA: Catálogo Curado de Poesía Internacional


BESTIA

No tengo el perdón de Dios
Para andar buscándome el pecado en la tierra
Ni tengo las flores del campo
Para andar arrancándolas sin permiso
Me pongo el zapato que me ajusta
Porque aún hay camino por andar
Y me visto el lomo de sol
Porque a veces ando de bestia
Pero quien es el dueño del perdón de Dios
Si al Dios lo visten de limosna y lo pasean en callejones vacíos
Pero quien me otorga el permiso de arrancar las flores
Si dueños no hay entre el cielo y la tierra
Para que me pongo el zapato ajustado
si los pies descalzos acarician mejor la tierra.
pero bestia,
bestia siempre soy
porque a mí me compran los callos
y el hambre que nunca pagan
porque hay un lomo que se tiene que doblar
pues el fruto solo no anda
porque la tierra no otorga cartones a tu nombre
ni medallas ni títulos para andar llevándolas al cuello
bestia, negro, chuto
bestia, al fin y al cabo, bestia
bestia sin perdón ni pecado
porque el pecado mío no es
porque el pecado es de quien olvida
porque el pecado es de quien se compra una piel con marca
para vestirse el alma
porque el pecado es de quien se engaña,
para hacer creer a los demás, verdad su mentira
bestia, al fin y al cabo, bestia

HOMBRE DE LA MONTAÑA

Soy el mestizo de las tierras profundas
Fruto de la herencia ancestral
Soy el mestizo de la patria negada
Y el indígena del trabajo de mula
El tiempo supo marcar mis manos
Con la huella del esfuerzo
Y mis yemas llevan el signo de la identidad
Porque tengo a la tierra de testigo
Que nunca me negara el pan
Tengo al viento para cantar
Pues el viento no conoce de limites
Pues el viento sabe el sonido de mi silencio
Hijo del Apu, hermano de las estrellas
Padre de las semillas
Que no llevan nombre
Porque aquí en la montaña
Todos somos de la tierra
Yo, el piel de cobre, manos de hierro, pies de piedra
No le debo a nadie el sonido de mi quena
Mas el mundo me debe el pan de su mesa.

HOMBRE DE TIERRA

Qué difícil ser hombre de tierra
y andar sobre el cemento
Qué difícil alimentarse de plata
Cuando en los surcos de mi frente se siembra la nación
Mis ojos que vieron el fruto milenario de los granos de oro que alimentaron al mundo
No distinguen el resplandor en el dinero
Qué arduo, respirar el carbono de los corazones alienados
Soportar el dominio gobernante de la amnesia,
de aquellos llamados padres de la patria
Y aun así vivir amando la tierra y trabajando para la humanidad
Y aun así seguir sembrando la cultura ancestral, que recorre en mi sangre de barro
Vuelan por el aire las promesas de reformas
Y a mis puños solo llegan las herramientas de tierra
Si las raíces hablaran le pedirían al mundo profundidad
Que de ciegos sordos y mudos ya tenemos cansancio
Que me perdonen los niños del concreto
Porque las flores no nacen del cemento
Que me perdonen mis hermanos sin rostro y sin nombre
Que siguen trabajando en el olvido
Que siguen apagando sus ojos en un mundo
De consumo de cansancio y enflaquecimiento

FLOR

He sido flor de los jardines prohibidos
Y las manchas en mi corazón han de ser muchas
flor de las tierras del olvido
arrancada por deseo y capricho de un sistema candente
una flor con sueños, con sed, con hambre
de maleza y hierba, de luz y sombra, de agua y tierra
pequeña flor que crece al ras del suelo y al ras del cielo
mi madre me heredo sus tierras para alimentar mi raíz
y terminaron alimentando mi espíritu
un espíritu con más savia que el olivo de Atenea
preparado para darse al mundo,
como el fruto de la luz naciente de aurora
una flor de tallo fuerte y espinas rudas que me protegen de los seres sin manos
seres que no saben acariciar la tierra,
pero saben la doctrina de destruir el temple.
Mi madre decía que una flor nunca es fuerte ni es débil, sino inteligente
Y que hay manos que arrancan pétalos,
pero nadie hay que arranque mi raíz,
Que hay seres que aman la semilla,
como seres que desprecian el inicio.
Mas ante todo ello, no ha de cambiar nunca mi naturaleza de flor.

ENCIERRO

Quien me dice si aún estoy viva
Si el corazón que llevo dentro aún late
Si los días del calendario se siguen moviendo
Quien me dice si estas letras son mías
Si esto es realmente mi verso
O si las lágrimas son sentimientos
Quien me dice si el hambre no duele
Si las sonrisas son sinceras
O si los te quiero perduran
Quien me dice si en el silencio no hay lamento
si el río canta o gime porque extraña al mar
si el perdón es un acto o un juicio a la palabra
quien me dice si los ojos no envejecen
si el alma no enferma
y si la voz no se apaga de tristeza
quien me dice si el aire es libre o está atrapado en la tierra
quien me dice si es el miedo al encierro
o el miedo a ver quien vive dentro
nadie dice nada, porque nadie sabe nada.

SOLÍAMOS SER NIÑOS

Solíamos ser niños,
A veces riendo, a veces llorando,
Con los pies en la tierra y la mente volando,
La muerte era el charco, para reír, para saltar, para vivir.

Solíamos ser niños,
A veces callados, a veces gritando,
Corriendo de lado a lado, entre cuerpos invisibles,
Pero siempre preguntando.

Solíamos ser niños,
De los que traen el pan bajo el brazo,
Entre cuarto y patio, con los pies descalzos.
La meza un festín, de los manjares de mi madre,
Entre tin tan, un plato nunca era suficiente.

Solíamos ser niños,
A veces peleando, a veces amando,
Con las manos sucias en el fango,
Con el corazón soñando.

Una cama era para todos cuando el miedo visitaba,
Y entre abrazos y mimos la valentía llegaba,
Yo soy la mayor,
La que te inventa el “calabacín calabazón”
Para que te vayas a la cama más rápido que un ratón.

Solíamos ser niños,
Seis para ser exactos,
Uno que siembra risas a su paso,
El que le sigue escribe soñando,
Y como no hay segunda sin tercera,
Los siguientes llegaron de a dos,
Una que, en vez de pan, trajo libro bajo el brazo,
Y el otro te entrega ternura en cada acto,
La última para cerrar con broche de oro, vino cantando.

EL RUGIDO DE MI MADRE

A mí no me callan los gritos,
A mí no me agrieta el vergajo,
de espinas fue mi cuna y hechura del fuego soy,
con hazaña me crie entre lobos
que mi carne querían comer,
yo he caminado sobre vidrios filos y no me desangre,
pues, más sangre hay en este cuerpo,
que maldad en los corazones.
No me callan rugidos,
ni me quiebran azotes,
He cargado mi voz cada noche con truenos que nadie silencia,
temeraria de fortaleza
pues el miedo encendió mis ojos en la oscuridad,
y en mi vientre halle la fuerza
que la tierra tiene para mover los mares.
A mí no me callan los gritos,
a mí no me agrieta el vergajo.


Soledad Reyes

Soledad Reyes de Nacionalidad Peruana, nacida en el departamento de Lima, es Bachiller en artes plásticas y visuales, otorgada por la Escuela Superior de Formación Artística Pública. “Felipe Guamán Poma de Ayala” de Ayacucho, se desempeña como Docente en artes plásticas, artes escénicas y musicales. Cantautora, integrante del colectivo artístico “MERIDIA” Ayacucho 2022, integrante del grupo teatral, “LA BANCA” Ayacucho 2022, ex cantante del grupo musical “VALKIRIA” Ayacucho 2019, ex integrante del Colectivo Cultural “SEÑORITA MOSCA” Ayacucho 2016. Participo en diversas actividades culturales y artísticas como: el “IV ENCUENTRO DE RECITAL POÉTICO” realizado por la Noche del Cuervo Azul, Diciembre – Ayacucho 2021, el “MITIN MUNDIAL DE LA INSURGENCIA CULTURAL” realizado por la Federación Internacional de Escritores por la libertad Agosto 2021 – la Exposición Pictórica por motivos de 8vo “CONGRESO DE LA MÚSICA AYACUCHANA” “Rumbo al Bicentenario” Diciembre – Ayacucho 2021, EL ENCUENTRO INTERNACIONAL DE ESCRITORES “LA LUNA CON GATILLO” realizado por la Federación Internacional de Escritores por la libertad – abril 2021, entre otras

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