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“Otro mundo posible” de Miriam Ponce Ruiz | Transgresiones #06

Transgresiones #06, una columna de Brenda Cedillo Martínez


En esta ocasión, Transgresiones comparte la experiencia de leer Otro mundo posible de la maravillosa escritora mexicana Miriam Ponce Ruiz[1]. Un libro que nos invita a profundizar en nuestra visión pueril del mundo, a través de distintas paletas de colores satinadas por las memorias, las bellezas y los dolores.

El poemario fue el libro ganador de la convocatoria de obra inédita 2019 en el género de Poesía, lanzada por el Fondo Editorial del Estado de Morelos. Actualmente, el libro se puede descargar de forma gratuita, por lo que el enlace se les dejará al final de la reseña. Su publicación en físico fue revelada en el año pandémico 2020, en el cual tuvo su presentación en línea debido a la contingencia.

No obstante, a pesar de haber nacido durante la contingencia, la frescura de sus letras se mantiene en este año 2022, en un momento crucial a nivel mundial, en el cual podemos dar cuenta de las significativas transformaciones que la pandemia implicó, en nuestro modo de relacionarnos con les otres y de experimentar el mundo. Es en este punto donde encaja Otro mundo posible, en esta necesidad de alimentar nuestra sensibilidad y la necesidad que yace en muchas de encontrarnos en la poesía, darle forma a lo que no aqueja y sostiene a través de imágenes que parten de nuestras memorias.

El poemario inicia en la página 7, el número violáceo de las jacarandas, el tono de los atardeceres en primavera. Ese aroma sutil y cálido se mantiene en el libro. Así, Miriam nos lleva a sus horizontes con la delicadeza sensorial para entablar su punto de partida:

¿Cuál es tu casa sino tu cuerpo?
tu casa como mi cuerpo
también es la ciudad
un bosque en llamas
el mundo entero.

Siendo el cuerpo el horizonte que se expande, donde las experiencias cobran múltiples sentidos y así, múltiples mundos:

Existe un espacio tranquilo
Donde diminutas y cálidas flores
Pueden dormir para siempre.

Tal espacio es creado por la maga y poeta Miriam, siendo la actitud pueril el lazo con el que nos vincula a través de su magia, una vocalización botánica. A través de estos vínculos, el hechizo es desautomatizar nuestra experiencia, es decir, puerilizarla mediante la palabra poética, convirtiendo a la realidad en un ente juguetón:

La realidad
es un insecto
diminuto
caminando
sobre
mi cabeza

La realidad, el mundo, las cosas del mundo se expanden como llamas en el bosque nocturno, alumbrándonos para vernos al espejo y no reducirnos a meros sujetos rotos, sino en quien percibe los silencios de la música de los venados/ y escucha el canto de las arañas sobre las hojas del guayabo.

Un clic enternecedor podemos encontrar en sus vocalizaciones, algo que considero invaluable para las temporadas que hemos estado viviendo, las crisis constantes derivadas de la pandemia que nos dejó a muchas personas sin encontrar una liana de dónde agarrarnos o que, tras ese huracán pandémico, nos dejó a nosotros, árboles nacientes, ya sin follaje.

Miriam Ponce también se muestra con las piernas aterrizadas en la humedad del barro, cual árbol que con su frondosidad nos abraza y brinda un espacio de reposo para nosotros, nosotras, sus lectoras; tal sombra fresca se dibuja en el penúltimo poema titulado Aliento para convertirse en árbol, poema dividido en diez breves cantos que nos transmutan en parte de su jardín.

Leer a la poeta Miriam es sentarse un momento junto a un árbol que comparte una sombra fresca, tras el sol que nos marchita, un follaje que nos regala un techo temporal durante la tormenta, el abrazo cálido que nos impulsa para bailar entre pájaros y recordarnos que:

Los árboles aún sin hojas nunca dejan de crecer.

Link para descargar el poemario en PDF, es gratuito:

A continuación, se tendrá la oportunidad de compartir tres poemas recientes de Miriam Ponce Ruiz para que continúen conociendo su voz poética:

Tres poemas creacionistas sobre el agua

  1.  

Este mundo debería detenerse
a ver llover,
con la primer gota desprender segunderos,
hacer nudos de manecillas,
salir y sonreír a nubarrones
llorando el mal tiempo,
brincar charcos de lágrimas divinas
desmayadas sobre la tierra mojada
¿qué no oyen que llueve?
Sordos ante los nublados
sin maña para detener el reloj
con piernas presurosas a esconderse;
lástima que no miren, ni quieran asomarse
a esta efímera tormenta
de sorbo celestial
que limpia los ojos
aclara los oídos
y estampa el anochecer…
Llueve.

II.

Antes de nacer
fuimos peces en baile
espiral ascendente
sobre el mar del sur.

Peces:
sujetos prueba-error
hasta el acierto.

Un pez huevo
anidado en el pensamiento,
brillante foco titilante,
en baile espiral descendente
se asfixia,
lo envuelve
un maremoto violento,
un vaivén de temores
lo disfraza de navegante
sin nave,
fundido pez
nada por tus pies.

III.

En las manos

Los hilos de la marioneta que fabricó mi padre
nacido en la costa
que el mar rasguña cuando sube la marea.

Los hilos de la marioneta enredados en los dedos de mi padre
salpicados del blanco de españa
que aplica en la madera
para impregnar su color piel.

Todo puede tener vida en las manos
que reciben en un soplido las palabras
guardadas en la boca
dibujada por mi padre.

Todo puede tener vida en las manos,
mi padre, hijo del mar,
formó una marioneta silenciosa como la madrugada.

Todo puede tener vida en las manos.

La arena húmeda en la playa puede ser
una casa de cangrejos que forman las manos
con los hilos enredados
conectados a la marioneta,
nieta del mar,
el color del mar como el alma de la marioneta
que forjó mi padre con sus manos
entre sus dedos hilos de arena.


[1] Miriam Ponce Ruiz (Cdmx, 1982). Estudió Escritura Creativa en la Escuela de Escritores Ricardo Garibay. En 2011 salió a la luz Desiertomar, su primer libro, con Lengua de Diablo Editorial. Ha publicado en antologías como Moyolnohnotsani: Hablar con el corazón (Fedem, 2014) y La noción del tiempo (Editorial Tiempo Imaginario, 2016); su trabajo poético aparece en las revistas Letras Libres, Nagari Magazine y Nueva York Poetry Review. En 2014 ganó la beca del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) por el proyecto ensayístico Entre los pétalos del pensamiento, y la Convocatoria a Obra Inédita 2019 del Fondo Editorial de Morelos por el poemario Otro mundo posible. Acreedora del Fondo Privado para las Artes 2021 de la fundación Somos Arte México en la categoría de literatura. Es mediadora y tallerista de la sala de lectura Luna de Palma, y mamá desde 1999.