Por una senda oscura y solitaria # 03, una columna de Ernesto Moreno
Quisiera comenzar esta columna de literatura de horror, con la opinión de Paulo sobre el relato que trataremos. Me parece importante porque tiene 11 años y además de realizar la ilustración de esta columna, desea dirigirse a otras niñas y niños para hacerles la invitación a leer Dagón. Aquí su recomendación: “Les invito que lo lean si les gustan los monstruos marinos, además describe un mar negro de fango, y te deja en el suspenso de saber qué pasó con el monstruo y con los peces humanoides.”
Howard Phillips Lovecraft, escribió el relato corto de horror titulado Dagón, mismo que se publicó en noviembre de 1919, en la edición número 11 de la revista The vagrant, después, también sería publicado en la famosa revista pulp Weird Tales, en octubre de 1923. Me parece que es uno de sus trabajos más importantes, ya que con él y algunos otros, comenzó a configurar esa cosmogonía tan reconocida: Los llamados mitos de Cthulhu.
La columna vertebral de esta mitología creada por Lovecraft, y después engrosada por una pléyade de escritores que se encargarían de darle una forma más compleja y acabada, trata sobre la historia del universo, y de cómo millones de años antes de la aparición de la humanidad, ya se libraba una batalla cósmica, en donde los perdedores, llamados primigenios, primordiales o en inglés “old ones”, serían aprisionados en los confines del tiempo y del espacio, algunos de ellos, en la tierra. Es a partir de esta premisa, que Lovecraft y sus seguidores escribirán una cantidad fenomenal de relatos en donde se abordan eventos que tienen como trasfondo los intentos de estos monstruosos dioses por regresar y dominar no solo nuestro mundo, sino toda la realidad.
Sinopsis: Dagón, nos relata en primera persona, la narración de un hombre atribulado por el miedo que le provocan los recuerdos de lo que vivió, en donde la morfina ya no es suficiente para contener sus ansias de suicidarse. Así, comienza a describir su participación en la Primera Guerra Mundial como parte de la tripulación de un barco de guerra que ha sido capturado por los alemanes, y del que logra escapar en un pequeño bote con algunas provisiones, vagando a la deriva por el ancho océano Pacífico.
Lleno de detalles, nos relata cómo llega a una isla extraña, a una especie de mancha gigantesca de lodo negro, que después de reflexionar, descubre que puede ser un pedazo del fondo marino que fue sacado a flote por la actividad volcánica de las placas tectónicas. Toda esta región es uniforme y estéril, cubierta por los restos de criaturas marinas, conocidas y desconocidas a la par. Nuestro personaje caminará días enteros intentando llegar a una colina que vislumbra en el horizonte, hasta que al escalarla, verá del otro lado, un acantilado enorme y oscuro, en donde se alza amenazante un monolito ciclópeo. Al acercarse, observará con asombro los bajo relieves y jeroglíficos extraños que los cubren, en donde se muestran escenas de bestias marinas y monstruos desconocidos que sin duda, deberían ser de una era muy anterior a la humanidad.
El cuento termina cuando en medio de la noche, un ser gigantesco, acuático y horriblemente humanoide, emerge de las profundidades para abrazar el monolito y proferir unos gritos espantosos hacia la luna. El narrador aparecerá en la cama de un hospital de San Francisco, en donde se enterará que fue rescatado. Lo último que verá, será una mano monstruosa que se acerca por la ventana.
Lovecraft era un gran lector, y conocía las mitologías grecolatinas, escandinavas, egipcias y algunas otras, y seguramente fue así como construyó a Dagón, que como sabemos, fue una deidad bastante importante entre algunos pueblos de la antigüedad. Existen registros de este Dios desde el 2500 a.C., y sería retomado por los mesopotámicos, acadios, babilonios, filisteos, etc. En varias de estas culturas, sería tratado como un Dios poderoso, símbolo de la fertilidad y la reproducción, los pueblos marinos lo representarían como un hombre-pez, que es la figura que se plasma en el antiguo testamento, cuando los filisteos colocan el Arca de la Alianza en el templo de Dagón.
Así que no se pierdan la oportunidad de adentrase en la literatura de H.P. Lovecraft, ya que por su enorme influencia, forma parte de ese bagaje cultural necesario para comprender y degustar de una forma más óptima, el cine de horror de nuestro tiempos. Recuerden, el mar en su inmensidad, esconde muchas cosas, entre ellas, dioses olvidados, dioses oscuros del mar.
Referencias:
- Relato corto “Dagón” escrito por H.P. Lovecraft y editado incontables veces.
- La Biblia, Samuel 5 (1-7), en donde relata cómo los filisteos llevan el Arca de la Alianza al templo de Dagón, y lo que ocurre.
- Revista Pulp Weird Tales, de 1923, disponible en varias páginas de internet.
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