F es de Fantástico #10, una columna de J. R. Spinoza
Una de las mejores decisiones que he tomado en la vida es enrolarme en talleres literarios. No solo el tallerista recomienda grandes textos, también los compañeros comparten sus autores favoritos. Fue así como descubrí a Etgar Keret. El primer texto que leí de él fue “Romper el cerdito” en el que un padre desea enseñarle el valor del dinero y la cultura del ahorro a su pequeño hijo. Regala una alcancía de cerámica con forma de cerdo. El niño le pone nombre y termina encariñándose de este. Lo mejor pasa cuando llega el momento de romperlo. No contaré más. Es un cuento dulce y sensible que vale la pena leer pese a la sencillez de su trama. Considero que se requiere cierta maestría para mover sentimientos con premisas simples. El escritor israelí lo hace de maravilla.
Les dejo el enlace para leerlo gratis: https://www.nexos.com.mx/?p=29877
El segundo cuento es más complejo, porque para explicar la temática y de que va me veo en la necesidad de contar bastante. Así que si no han leído “El gordito” de Etgar Keret, pueden leerlo aquí: https://www.clarin.com/ficcion/etgar-keret-el-gordito_0_S16egMoowXx.html
Y después volver a la columna.
La trama es la siguiente: El texto se cuenta en una segunda persona falsa, porque realmente el narrador está hablando consigo. Es una recapitulación de hechos desde el futuro. Y comienza con una pregunta.
“¿Sorprendido? Pues claro que estaba sorprendido. Sales con una chica. Una primera cita, una segunda cita, un restaurante por aquí, una película por allá, siempre en sesiones matinales, exclusivamente”.
Lo de las sesiones matinales es intriga de predestinación, será relevante en el texto. El chico parece tener a la mujer perfecta, pero algo nos da mala espina cuando se acerca llorando con él. El narrador piensa que puede tratarse de una infidelidad, y nos hace saber que no la dejaría por eso. La confesión resulta ser atípica.
“–¿Si te dijera que por las noches me convierto en un hombre peludo y enano, sin cuello y con un anillo de oro en el meñique, entonces también seguirías queriéndome?”
Resulta ser verdad. Este gordito es alguien desagradable, con un montón de defectos. Pero el hombre decide permanecer a su lado de todos modos.
El tema del cuento es el matrimonio (o concubinato, en estos tiempos la diferencia es ambigua). En el noviazgo se suele ver la parte dulce de la pareja. Se pueden contener todos esos defectos. Ello está representado en la mujer virtuosa que es día. Muy diferente a vivir juntos, es imposible ocultar tus malos hábitos todo el tiempo, es por ello que se representa de noche con un gordito, un hombre feo y vulgar. Es un cuento divertido. Y con un gran tema que es verdad tanto para hombres como para mujeres. No podemos esperar perfección, solo amar y tolerar los defectos. Poner en una balanza y ver si puedes vivir con eso.
Acabo de conseguir “Un libro largo de cuentos cortos” de Etgar Keret. Cuatrocientas noventa y cinco páginas de su narrativa. Estaré compartiendo más de sus cuentos en una próxima columna. Gracias por leer.
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