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Poesía y Humanidades

El legado del romance en las letras | Surf Literario #02

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Surf Literario #02, una columna de Estefanía Barrientos

El romanticismo es una revolución artística, política, social e ideológica, hoy en día gran numero de sus presentes siguen vigentes: libertad, individualismo, democracia, nacionalismo, etc. Surgió en el siglo XVIII y se prolongó en buena medida en el siglo XIX. Fue sumamente popular en Europa y luego en América, continente al que llegaría tarde, pero con fuerza, sobre todo en la América Latina. Tuvo grandes representantes como; William Blake, William Wordsworth, John Keats, Jean-Jacques Rousseau, Edgar Allan Poe, James Cooper, Goethe, Novalis, Esteban Echeverría, José Hernández, Manuel Acuña, José Martí, entre muchos otros, todos destacados miembros de esta generación. La música del romanticismo estuvo representada por Wagner, Paganini, Verdi, Chopin, Schubert entre otros, derivada de un movimiento filosófico 1810 y la primera década del siglo XX.

Algunos grupos son míticos por sus grandes baladas que han enamorado a varias generaciones. El romanticismo quizás siempre ha estado presente, pero ha evolucionado de diversas maneras y por variados factores. Centrándonos en etapas muy posteriores a dicho fenómeno histórico, cómo olvidar a las letras románticas y solo por mencionar un género musical, el rock romántico de Lennon, Presley, e inclusive con tonos más rebeldes y metálicos Guns N’ Roses, Aerosmith, Scorpions; y en español Cerati, Caifanes, Café Tacvba entre muchos más. El cine no se queda atrás, a lo largo de la historia la manifestación del amor por medio del romance siempre ha estado presente y en constante evolución (la lista entre artistas, libros y películas es sencillamente interminable).

Hay una frase que dice “Nada es más opuesto al espíritu, a los sentimientos y a las costumbres de una sociedad monárquica y cristiana, que lo que ahora se llama romanticismo”. Y es que la mayoría de los escritores románticos no pueden no dejar alguna perplejidad sobre la aceptación del romanticismo. Actualmente, se ha desvirtuado dicho termino asociándolo a sentimentalismos, y a los relatos amorosos. El artista romántico era, dicho de alguna manera, un ser iluminado por sensibilidades que vivía su existencia mediante un pleno compromiso con la creatividad, individualidad; siempre irrepetible y original.

Es preciso que volvamos a encontrarnos en múltiples vestigios que, en el amor, en el lenguaje, en la poesía, en la música, la literatura y en todas las imágenes del inconsciente; con lo que en algún momento fue definido en la historia como Romanticismo, y que a su vez redescubramos la naturaleza misma de todo aquello que despierta en el fondo de nuestra alma la emoción.