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Mexicanos perdidos en México: Te Lloraría Un Puto Río | Miscelánea WAV #20

6 minutos de lectura

Miscelánea WAV #20, una columna de Enrique Chávez


Hace ya un par de semanas que no escribo ni estoy al corriente con las recomendaciones musicales. Quién diría que tener responsabilidades más allá de este texto terminarían por limitar todas las cosas que quiero compartirles, pero así es este desmadre. Sin embargo, y a pesar de todos los contratiempos que uno puede tener en la vida moderna-adulta, siempre queda la espinita de compartir cosas curiosas y ensueños personales.

Aun nadando a contracorriente, uno jamás deja de escuchar música y últimamente he escuchado mucho screamo (otra vez). Aunque también me he concentrado en otros géneros como el emo (mi favorito de los últimos meses), el screamo siempre tendrá ese toque desmadroso, inquieto y adictivo que te da las energías justas para mandar todo a la mierda mientras regresas a casa de la chamba. Ya se la saben, son géneros selectos en cuanto a la asertividad de la gente, pero si te laten, son una delicia. El screamo es esa bebida energética que te levanta los ánimos aún en los momentos más nefastos.

Como sea, dentro de todo este embrollo también he redescubierto casos especiales. Hace no mucho tiempo teníamos una bonita sección en mi página dedicada a este tipo de géneros, y por ese tiempo recomendamos bandas tan abismales que me volví un adicto a los gritos de bandas de todos lados. Yo tenía mi lista personal de bandas de screamo, y a decir verdad, no sé cómo llegué a Te Lloraría Un Puto Río, pero hace un par de semanas iba en el transporte público y me llegó la iluminación cuasi divina para recordar a esta bandota.

Esta agrupación es otro rollo. Quizá una de los proyectos por excelencia del screamo mexicano y su dotación de singularidades atípicas, Te Lloraría Un Puto Río es uno de esos sonidos que al principio no aguantas, pero que tiempo después le agarras un cariño como pocos. Tenía un buen rato sin escucharlos… y qué gran error, nada más increíble que ir por la calle y sentir que puedes aventar madrazos a diestra y siniestra bajo las influencias de un screamo . Pero vamos poco a poco.

El basurero del emo, uno de los blogs más aguerridos de la escena emo internacional, nos hace un resumen muy acertado de la historia de esta leyenda, como ellos le dicen: portadores del estandarte del screamo mexicano post-dosmilero junto a otras bandas como Arse Moreira y Zarathustra Has Been Killed in the 70’s (yo agregaría a Bocanegra, otra banda mexa), Te Lloraría Un Puto Río es catalogada como una banda “concisa de ideas, potente en ejecución y precisa en su técnica”, y yo no podría estar más de acuerdo.

Escuchar a estas tres bandas quizá sea una de las experiencias más interesantes de nuestra vida. Silencio, incomodidad, disparos al aire, saturaciones desequilibradas y un grito agudo, pero delicado, son de los mejores elementos para concebir un screamo de calidad superior y un tipo de música alejada de los estereotipos y lo comercial. Puedo jactarme de haber escuchado grandes bandas de emo y screamo mexicano durante estos últimos meses, pero todas ellas le deben cierto devenir estético a las tres anteriores. Este tipo de screamo es picante e inesperado, y puede que eso sea lo que lo hace tan magnífico.

Sin embargo, algo en Te Lloraría Un Puto Río es especial y eso se nota. Con sólo seis canciones a su nombre repartidas a lo largo de singles, splits y demás contenido por internet desde hace más de 10 años, Te Lloraría Un Puto Río es uno de los mitos vivientes del viejo screamo mexicano y un referente obligatorio para los amantes de los ritmos difusos y los gritos (literalmente) indescifrables. Y tal como lo dice el título de esta columna (que tomé prestado de una de sus propias rolas), son mexicanos perdidos en México: un proyecto secreto que oculta la fórmula más descentralizada para un screamo de grandes colisiones.

Su discografía completa la podemos encontrar en Bandcamp o YouTube, pero yo recomendaría entrarle directo a esta última porque ahí ya tenemos todo reunido en un solo álbum. Normalmente titulado como Discografía o 2009-2016[1], chutarse esta amalgama de rolas es un recorrido por la verdadera esencia del género: desde introspecciones y knockouts hasta presencias amorfas y , Te Lloraría Un Puto Río creó, a pesar de su “corto” periodo de vida, un límite entre lo que podríamos conceptualizar como screamo y la banda definitiva de estos trotes (al menos en México).

Demeritar a otras bandas tampoco es nuestro objetivo, pero esta en específico tuvo algo diferente: es emotiva, es asonante y, sobre todo, es sumamente estructurada y técnica. Algo que no me late tanto del screamo es cuando empiezan a soltar madrazos sin meditación; está bien cuando quieres crear puentes de clímax y distorsión momentánea con riffs apretados y batacazos a lo loco, pero aventarte una rola con sólo pseudo improvisaciones y arritmias porque-sí… a mí me parece arriesgado.

Por el contrario, Te Lloraría Un Puto Río es demasiado cuidadosa aún en su malviaje, y eso me encanta. Jamás decae en ninguno de los elementos típicos del screamo: bajeos graves, secos y antinaturales, guitarras chirriantes, batacazos inconexos y voces ágiles; sin embargo, todo ello mantiene una línea que la dirige hacia puntos nada

De hecho, la banda no sólo se alimenta de las alineaciones cosmogónicas de su género. Con ayuda de otros elementos como los sampleos de diálogos de películas ya típicos del post-rock o los descensos y furias del noise, la banda se arma un par de rolas bien cuajadas y guiadas hacia remolinos bien divertidos y exuberantes. Esa es la parte chingona del screamo, estar dotado de muchas variables que al final desarrollan un universo dinámico y lleno de sorpresas.

No sé cómo lleguen a percibirlo ustedes, pero escuchar a esta banda mexa me recuerda muchísimo a a los gigantes del screamo japonés. Ya lo sabemos, Japón tiene ese toque de vanguardia en muchísimas cosas, y este género no es la excepción; Sans Visage, Nitro Mega Prayer y Quiqui (por mucho mis favoritas y amplias recomendaciones para entrarle al terreno nipón) son grandes ejemplos de cómo desarrollar gritos agudos e instrumentos abismales en catarsis nipona, y algo así tienen nuestros amigos mexas.

Definitivamente tendrían que escuchar el screamo japonés para entenderme, pero así es esto: una mezcla entre la serenidad más inquietante y una marea de madrazos, distorsiones, gritos y saturaciones constantes. Si pudiéramos catalogar al screamo a partir de dos vertientes, una más melancólica, emotiva y apasionante (pero que no deja de ser íntegra y agresiva) y otra netamente desproporcionada y retórica, Te Lloraría Un Puto Río sería un experimento interesante entre ambas partes.

Pocas bandas de screamo/emo han llegado a tocar mi corazón como lo hizo Te Lloraría Un Puto Río, y sinceramente espero que se den tiempo para taladrarse los oídos con sus rolas. Canción de amor sin título, Radio Cité, Mexicanos perdidos en México y Tu es très elle son el ejemplo perfecto para entrarle a este desmadre; además, qué más da, si escuchan estas cuatro rolas ya nomás les faltan dos para aventarse toda su discografía, así que hagan el intento. Ahí lo tienen, Te Lloraría Un Puto Río, posiblemente la banda definitiva de cómo hacer un screamo con amor, sinceridad y una técnica impecablemente destructiva y acogedora.


[1] https://www.youtube.com/watch?v=F1v9TKfja60