Tríada Primate

La plataforma DEFINITIVA de Humanidades

William Burroughs y Kurt Cobain | Surf Literario #06

Surf Literario #06, una columna de Estefanía Barrientos


Kurt Cobain, perteneciente al club de los 27, compositor, cantante, fundador y principal miembro de Nirvana. En 1993, el cantante visitó a William Burroughs, su mayor héroe y una de sus más importantes influencias. En cierta ocasión Cobain escribió: “Me encanta todo lo que empieza por B: Bukowski, Beckett, pero sobre todo Burroughs”. En un ensayo titulado El titulo se hace Dios, Kurt Cobain menciona al escritor Charles Bukowski: “Lo primero que hice fue quemar todos mis libros de Charles Bukowski. Saqué el papel de aluminio y lo extendí en el suelo. Rompí en mil pedazos las entrañas inmundas de la literatura – Plancton y encendí una cerilla. Apagué las luces y observé las llamas.”

William Seward Burroghs, novelista, ensayista crítico, es una leyenda sin precedentes de la llamada generación Beat. Obras como Yonqui, El almuerzo desnudo, Exterminador, La máquina blanda entre otras, fungirían como fuente de inspiración para la leyenda del grunge. La afición de Cobain por Burroughs inicia cuando Kurt pasaba horas enteras en la biblioteca local de Aberdeen, Washington. Allí leyó las novelas y quedó enganchado de inmediato con aquellos escritos, provocando en él una profunda admiración.

Se sabe que el escritor Burroughs le mostró a Cobain cierta técnica o método para componer sus canciones, la cual consistía en cortar textos en varias partes para ensamblarlas y así alterar líneas de tiempo y se puede decir “jugar con la narrativa y sus significados”. Cobain escribió en sus diarios: “Mis letras son un gran montón de contradicciones. Se dividen a partes iguales entre opiniones y sentimientos sumamente sinceros, y refutaciones sarcásticas y humorísticas, espero hacia los estereotipados ideales bohemios desfasados desde hace años… En fin, a mí me gusta ser apasionado y sincero, pero también me gusta divertirme y hacerme el tonto.” No es para extraños saber que la imagen de Kurt Cobain como vocalista y guitarrista de Nirvana sería tal, siendo considerado como el músico más influyente de los 90´s o sencillamente como el creador de versos siniestros seguidos de un potente estribillo plasmado en sus melodías.

Cabe mencionar que Burroughs no era fan de la música de Cobain, e inclusive Burroughs recibió una propuesta de colaboración por parte del músico, pero prefirió rechazar la oferta. Más tarde tras la visita en la que se conocieron, Burroughs le envió a Cobain un collage realizado por él por motivo de su cumpleaños número 27. En este se ve a Cobain despidiéndose desde una habitación. Le escribió una dedicatoria: “Para Kurt, con mis mejores deseos en su veintisiete cumpleaños y que cumplas muchos más.”

Hay un libro titulado: Nada es verdad, todo está permitido. El día que Kurt Cobain conoció a William Burroughs, un libro que narra la relación entre estos dos iconos. La presencia de las drogas una vez más se hace notar. La psicodelia como factor determinante en donde podemos ver una presencia nada lejana de la literatura y la música entre ambos personajes.

El suicidio de Kurt Cobain tendría fecha un 5 de abril de 1997 y cuando Burroughs se enteró de la noticia expresaría: “Él ya estaba muerto”.

Dos renovadores del lenguaje, dos mentes que se convirtieron en mitos y que sin su sapiente rebeldía tanto la música como la literatura a título personal, no serían lo mismo.