Versailles Anime #22, una columna de Francisco Maldonado
Esta columna contiene SPOILERS del anime de Fairy Tail.
En esta columna se hablará de las razones por las que desde mi perspectiva Fairy Tail dejó de ser en su momento, uno de los mejores animes en emisión, para estar ubicado en el grupo de aquellas series que pudieron haber sido épicas. Les pido y recomiendo que lean esta columna hasta el final, antes de criticar, enojarse o enviar mensajes poco amigables por el simple hecho de leer que es contrario a sus opiniones. Voy a exponer los puntos que en mi consideración son negativos, los mismos que serán argumentados tanto como sea posible. De la misma forma, voy a ponderar aquellos aspectos positivos que tuvieron a la serie en muy alta consideración tanto por la crítica especializada como por los fans.
Cuando terminó el último capítulo de la primera temporada de Fairy Tail, tanto los fans como quienes seguían la serie de manera casual, sintieron un hueco en el corazón. La espera por la segunda temporada se convirtió en una cuenta regresiva constante e intensa dentro de la menta de quienes disfrutaron de su primera entrega. El 2012 fue el año en que muchos lo descubrieron, épocas de plena adolescencia para muchos de aquellos que hoy leen esta columna. Pero, ¿Qué hizo que esta serie perdiera tanto en cuanto a su consideración dentro del mundillo? ¿Qué cambió la opinión de aquellos que la defendían a capa y espada? ¿Cómo es que para muchos pasó de ser el mejor shounen de peleas de la historia a un anime que detestan? Cuando inicias en el anime, sueles pensar que todas las series son las mejores, o que al menos todas las series del momento lo son. Suele estar en el inconsciente de las personas que, si algo es popular, seguramente también es de buena calidad. A la vez, este criterio te lleva a creer que quienes critican al anime que te gusta, ya no disfrutan del arte y son muy ignorantes. Porque ¿cómo se atreven a hablar mal de la serie que tanto nos gusta?
No podemos consumir algo sin entender el contexto cultural del que proviene. El shounen más que un género, es un apartado demográfico. Es el margen de edad que los japoneses usan para incluir a los adolescente. A partir de aquí, se generan los subgéneros de diferentes temáticas, ya sean de peleas, comedias, historias de la vida, etc., todos enfocados en atrapar al público perteneciente a esta compleja etapa de la vida. Como muchas otras series, Fairy Tail ocupó un lugar muy importante en el corazón de aquellos adolescentes que arrancaban en el consumo de este arte. Y si te pones a pensar, es bastante lógico. La serie te presenta momentos épicos muy impactantes, una banda sonora de las mejores en la industria, una carga importante de fanservice, y el argumento es palomero (Michael Bay – Netflix), sencillo y fácil de digerir. Los personajes que presentan e introducen son planos y estereotipados, es decir, una serie perfecta para que alguien cuya única responsabilidad es ir al colegio se identifique fácilmente con ellos. El mensaje más importante de este anime es el amor y la amistad. Era fácil que un adolescente “otaku” con pocos amigos se fascine al ver a un gremio donde morirían por un amigo.
Empecemos con lo más obvio y odiado de este anime, la razón por la que se le dio el apodo de “Ecchi Tail”; el fanservice. Si hay algo que detesto en sobremanera, es que cosifiquen tanto a la mujer y que se rían en la cara de su público masculino. Cuando veo esas escenas Ecchi (desnudos o semidesnudos) tan forzosas y descaradas, solo puedo ver que Fairy Tail se reía de su público en la cara. Para qué diablos meterte un buen desarrollo de personajes, una gran historia o un buen giro argumental bien implementado, si con ponerte una canción épica de fondo, acompañada de una frase motivacional de Natsu (protagonista), una Lucy y Erza semidesnudas (o a veces desnudas), ya me aseguro un muy buen rating o una buena cantidad de reproducciones. El hecho de que acudan a desnudar a todos sus personajes femeninos para mantener la atención de su público, me parece asqueroso. Perciben a su público como pendejos hormonados que se tragarían cualquier cosa con tal de ver a las chicas desnudas, logrando que todos sus personajes femeninos se conviertan en objetos sexuales. La trama de la primera temporada contenía Ecchi, pero era muy poco y esta no giraba alrededor de este recurso, sino que se utilizaba como alivio humorístico. Es curioso que un anime que no muestra sangre debido al público al que va dirigido, si te muestre desnudos de ese calibre.
En la segunda temporada, cuando empezó el cambio de animación y toda la nueva onda, se podía notar que había más preocupación por la animación de los senos de Lucy que de la calidad visual en las peleas de Natsu con el villano de turno. Esto se convirtió en un destructor de clímax, ya que, ¿cómo te vas a tomar en serio la pelea si además de desnudar de manera incoherente a todas las chicas, metes un chiste en la mitad de la misma? Como resultado, una serie que inició como un shounen de aventuras, se transformó en un genérico y aburrido Ecchi.
El poder del amor…
Por otra parte, hablando de aspectos positivos, Fairy Tail encontró uno de sus puntos fuertes en la manera tan potente en la que lograba transmitir sentimientos. Durante su primera temporada todos los momentos traumáticos, dramáticos o emocionalmente altos, lograban llegar de manera muy fuerte al espectador. El compositor con el que trabajaron es verdaderamente un maestro, la banda sonora de la serie es una de las mejores de la industria y ambienta perfectamente las escenas más importantes. El sentimiento de compañerismo y amor es hermoso, logra transmitir felicidad y calidez. El verlos luchar a muerte por sus nakamas era algo precioso de ver. Pero como en todo ¿qué pasa cuando abusas de un recurso? Cuando lo explotas en todo momento y en todo lugar, cuando este compañerismo se transforma en un Deux Ex Machina tal que ahora Natsu gana todas las peleas por el poder del amor, porque son el gremio de Fairy Tail y porque son el mejor gremio del mundo y no pueden perder. No importa que dos segundos atrás nuestro protagonista estuviera retorciéndose del dolor, ya que, debido al poder de sus amigos, se olvidará de que tenía casi todos los huesos rotos y no podía moverse. Y a ver, entiendo que en una saga esa adrenalina sea parte del juego y logres ganar una batalla que la misma trama te había puesto como imposible; ya sea porque tu compañero te dijo algo que te motivó o porque convenientemente un evento a tu favor tuvo lugar. Pero, que eso pase en todas las sagas y se repita el mismo desenlace, le quita impacto, emoción, y lo vuelve monótono, aburrido y repetitivo.
Todo lo que pasa en las sagas, no solo no genera un cambio en los personajes, sino que tampoco lo hace en su entorno. Todo siempre termina bien, ya sea con otro gremio o con personajes que nunca mueren. ¿Cómo puede ser que el Natsu del primer capítulo sea el mismo del final? No es lógico que después de tantas batallas la única diferencia en el protagonista es que sea más fuerte. Más de 300 capítulos no generaron nada en los personajes principales, los únicos que tienen algún tipo de desarrollo son los antagonistas, que aunque recorren el mismo camino, todos comienzan como malos y terminan como buenos. Todos, luego de la saga de turno, han sido capaces de olvidarse de sus problemas previos, nada deja secuela en ellos, y no hay lecciones aprendidas; obteniendo así, personajes para nada humanos y para nada realistas. La madurez solo se alcanza a través del estímulo del ambiente, crecer significa adquirir nuevas formas de conducta por la influencia de este ambiente. El aprendizaje siempre va a implicar un cambio en la conducta, no lo digo yo, lo dicen los libros de psicología. El hecho de que ningún personaje del gremio de Natsu haya cambiado a lo largo de toda la serie, no solo demuestra el nulo desarrollo de los mismos, sino el poco estímulo que las sagas les aportan. Si la madurez depende del aprendizaje, la conclusión es que estos personajes nunca aprendieron nada. Que todas las adversidades fueron impactos emocionales efímeros sin importancia. El que ellos no se desarrollen, hace que al pasar el tiempo sus sagas sean malas, y vuelve al medio tan plano como los personajes. Todo el desarrollo que tiene un personaje, es lo que les permiten una mejor adaptación a los medios en lo que se encontrará en el futuro. Los personajes tienen una evolución cuando adquieren los medios para resolver problemas debido a las experiencias no favorables del pasado que fueron superadas. No puedo darle una trama compleja a una saga cuando mis personajes no lo son.
Si hay algo que se supone debería ser único en el individuo es la personalidad. Cada ser humano se vincula de manera diferente e irrepetible con el medio que lo rodea. Cómo sostenía Jean Claude Filloux:
La personalidad es la configuración única que toma, en el transcurso de la historia de un individuo, el conjunto de los sistemas responsables de la conducta.
A dónde quiero llegar con esto es que, si bien todos tenemos una personalidad única e irrepetible, más allá de tener cosas con común con algunas personas, es que los personajes de Fairy Tail no tienen ninguna personalidad relevante. Aquí no hay nada que no hayamos visto antes en otros cientos de animes. Tal vez si eres primerizo en este mundo no te percates de este detalle, pero si has visto algunas series puedes notar que los personajes de Fairy Tail son parte de un arquetipo que se explota y se recicla todos los años. Otra característica de las personalidades, es que tienen temporalidad. Es decir, tienen un pasado, viven un presente y aspiran a un futuro. En la serie, muy pocos aspiran a algo y quienes lo hacen, parecería que se olvidaron de sus objetivos cuando los ves perdiendo el tiempo en el gremio. Me presentaron que Natsu quería encontrar a Igneel (dragón), pero aún con eso sobre la mesa, pasaron más de cien capítulos en los que Natsu ni se acordaba de que se había planteado hacerlo. La serie nos hace tener la impresión de que los personajes buscan que los objetivos vengan a ellos con la misma facilidad con la que ganan las batallas; pero lo peor de todo, es que al final de cuentas, eso es lo que sucede.
El pasado que han tenido estos personajes ha influenciado de cierta manera el cómo son en el presente. Pero ¿por qué algunos son iguales a cuando eran pequeños? Y ¿por qué los que cambiaron son los mismos del capítulo uno al trescientos? Si, me dicen como adquirieron la personalidad que tienen ahora, pero nunca evolucionaron. Creo, más que nada, que Fairy Tail no es que no puede darte una buena historia y personajes memorables, o que los arruinaron en el camino, sino que simplemente no buscaba hacerlo. No es un anime que recomendaría, al menos no si buscas algo de verdad interesante. Fairy Tail es justamente eso, un cuento de hadas, una historia de Disney donde todo terminará bien. Los personajes principales no van a morir y no pasará nada que te explote la cabeza. El carisma del cast (por llamarlo de alguna manera) radica en su interacción, misma que genera un ambiente buena onda y amigable.
Es una serie para quien esté en un bajón, tenga las emociones muy a flote y necesite un mensaje positivo para tomar impulso. Te hará pasar buenos momentos, te hará reír, gritar y a veces casi llorar (si eres muy sentimental). Pero la conclusión sería que, a pesar de todo los puntos negativos que pude exponer sobre la serie, creo que todos tenemos un anime así en nuestra lista de favoritos. Esta es solamente mi perspectiva de la serie, no es necesariamente la verdad, lo más importante es que puedas beber de muchas fuentes y aún así continúes disfrutando con libertad de lo que a ti te gusta. ¿Inicias en el anime? Mira Fairy Tail, te prometo que aún después de leer esta columna te va a encantar, para después seguramente pensar que estoy loco, y eso, justo ese último detalle, es lo que vuelve al anime un arte tan hermoso. Que no importa la opinión de un columnista o youtubero, cada serie se vinculará de manera personal contigo, con tu configuración emocional, te dejará una lección y te ayudará a entenderte mejor.
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