“Las leyendas” del cine mexicano. Primera parte | Ojos abiertos #22

Ojos abiertos #22, una columna de María del Rosario Acevedo Carrasco

La animación es una industria que va en ascenso en México, en los últimos años han surgido nuevos estudios, directores y películas con presencia incluso en el mercado internacional. Sin embargo, existen solamente dos franquicias cinematográficas animadas en México, una de ellas, y la que nos interesa ahora, surgió en el 2007 con la película La leyenda de la Nahuala.

“Las leyendas” es una franquicia mexicana de Ánima Estudios creada por Ricardo Arnaiz, a la fecha tiene cinco películas y dos series originales de Netflix. Los bocetos de la primera entrega comenzaron en Animex en el 2005, pero fue hasta el 2007 y en colaboración con el Gobierno de Puebla que La leyenda de la Nahuala vio la luz con 300 copias en cines. El éxito fue tal que en el 2008 recibió el premio Ariel a Mejor largometraje de animación y la Diosa de plata a Mejor película animada, además de estar presente en festivales nacionales e internacionales.

La leyenda de la Nahuala está ambientada en la época de la colonia en la ciudad de Puebla y narra la historia de Leo San Juan, un niño huérfano que vive atormentado por su hermano mayor, Nando, y las historias que le cuenta; la trama gira alrededor de la Nahuala, que según la leyenda fue una mujer que asesinó a los dueños de una casona y sus invitados para obtener vida y poder eternos, sin embargo, fue detenida y su espíritu encerrado. Una fatídica noche, Leo se ve obligado a pasar cerca de la casona y Nando, intentando asustarlo, termina por ser “absorbido” por la casa. Leo, armado de valor, entra a salvar a su hermano y es su aventura dentro de la casona junto con las almas que ahí residen lo que le permite salir victorioso y convertirse en una especie de cazador de lo paranormal, faceta que vemos al final de la película con un guiño a la trama de la secuela.

La leyenda de la llorona ocurre un año después de la primera historia, en esta ocasión Leo y las ánimas de la casona van a Xochimilco donde se ha visto a la llorona. Durante el viaje, hay problemas con el globo en que viajaban y terminan separados, mostrando dos historias simultáneas ambientadas en Xochimilco: Por una parte, nos muestran la famosa isla de las muñecas que es controlada por un títere que cobra vida y por otra está la llorona que no solo se aparece lamentándose, sino que también se lleva a los niños. En esta película a Leo lo acompaña Kika, una niña cuyo hermano desapareció, cabe mencionar que además de lo sobrenatural esta película nos habla por primera vez de los conflictos internos de Leo por su condición de huérfano, especialmente por nunca haber conocido a su madre. Nuevamente, al final nos encontramos con un adelanto de la película siguiente.

La leyenda de las momias de Guanajuato retoma el concepto de las momias y, a falta de una leyenda en el folclor mexicano, crea una historia donde un empresario francés realiza un ritual en una mina, provocando que los muertos de Guanajuato se levanten de sus tumbas. En esta ocasión Leo se encuentra con Luis, que en realidad es Valentina, hija de un trabajador que desapareció en un derrumbe en la mina la noche en que aparecieron las momias y que está decidida a encontrar a su padre, lo que hace vestida de niño para evitar que la detengan. Leo y Valentina conectan el origen de todo al derrumbe de la mina y van a ella, encontrándose con una verdad de la que parece no haber escape.

De la cuarta y quinta entrega de esta franquicia, La leyenda del chupacabras y La leyenda del charro negro, respectivamente, estaré hablando en la segunda parte, aunque el material que tenemos hasta ahora es suficiente para decir que estas películas han logrado su objetivo de rescatar leyendas y elementos tradicionales mexicanos a la perfección. La manera en que las historias se abordan y son presentadas las hace llamativas no solo en México, sino en todo el mundo, abriendo las puertas al público internacional para conocer más a fondo un elemento tan importante de la cultura mexicana como lo son sus leyendas.