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Poesía y Humanidades

No hablaremos de muerte a los fantasmas | F es de Fantástico #31

3 minutos de lectura

F es de Fantástico #30, una columna de J. R. Spinoza


“Cuando todos los libros se extingan, ya no quedará un solo fantasma en el mundo”.
—Los fantasmas poseen una magia muy peculiar, Daniel Centeno.

Cuando uno lee un libro nuevo se enfrenta a la incertidumbre, ¿Valdrá la pena gastar mi tiempo leyendo esto? La verdad sea dicha, nuestro tiempo en este mundo es finito, si le sumamos las horas que uno debe trabajar, dormir y convivir con la familia; el tiempo de lectura se vuelve un recurso preciado. A veces abrimos una antología de cuentos y el primero es deficiente, entonces dudamos si continuar con el segundo o cambiar de lectura, porque todos tenemos un libro pendiente del que decimos: este año lo leeré.

Tal fenómeno no ocurre cuando conocemos la calidad del autor, no me ocurrió con Ken Liu, ni con Etgar Keret y ciertamente no ocurre con Daniel Centeno. Antes de leer “No hablaremos de muerte a los fantasmas”, había leído su cuento galardonado a nivel nacional “Noturo”, que me voló la cabeza. Una cátedra de construcción narrativa. Saber que el nuevo libro de Daniel Centeno sería publicado por Casa Futura, de quien he visto un gran trabajo de edición y promoción literaria, me animó a comprarlo.

El libro consta de veinticuatro cuentos distribuidos en 166 páginas, como su título lo indica, todos los cuentos van sobre fantasmas. Sin embargo, Centeno logra algo complicado de hacer, ya que cada texto tiene un tema y tono diferente, desde la nostalgia, el miedo a la muerte, el anhelo, la venganza, la amistad y un abanico de perspectivas del que se aborda el asunto de los fantasmas.

En su cuento: Las dos madres, el autor narra la historia de una madre soltera cuyo cansancio le impide dedicar tiempo a sus hijos. No estar es una formar de morir en vida y el autor utiliza la fantasía para abordar este tema, tan poderoso como identificable en muchas familias latinoamericanas.

En Libros para fantasmas, Centeno nos plantea la idea de que estando uno muerto tiene una eternidad para leer, no sólo eso, decide llevarla más allá diciéndonos que es posible que los fantasmas tengan sus propios libros y reglas. Tal como lo hace Assimov con los robots, Centeno nos entrega los mandamientos de los fantasmas.

En Los fantasmas poseen una magia muy peculiar, el autor nos presenta un cuento kafkiano sobre la magia de las palabras y el poder de la comunicación. Desde una perspectiva fantástica se aborda el tema de que en esta realidad que vivimos, ya sea una matrix o el universo 616, tenemos nuestra propia magia en el lenguaje que nos ha permitido ser la especie dominante, el pináculo del planeta y también su gran verdugo.

No hablaremos de la muerte a los fantasmas es un libro que disfruté y que leí en veinticuatro días, paladeando cada una de sus fabulosas historias.